Dallas, Texas - Los lactantes hispanos con algún tipo de cardiopatía congénita crítica obtienen peores resultados en su primer año de vida que sus homólogos blancos no hispanos. Esta diferencia surge principalmente debido al nivel de educación de la madre y al tipo de cobertura del seguro, según el nuevo estudio publicado en el Journal of the American Heart Association, la revista de acceso libre de la American Heart Association/American Stroke Association.
Los investigadores se centraron en dos defectos cardíacos: el síndrome del hemicardio izquierdo hipoplásico y la dextrotransposición de las grandes arterias, que necesitan que el recién nacido se someta a una intervención quirúrgica para corregirlos. El síndrome del hemicardio izquierdo hipoplásico hace que el lado izquierdo del corazón no llegue a desarrollarse por completo en el útero de la madre, y que la aorta y el ventrículo izquierdo sean demasiado pequeños. Por otro lado, la dextrotransposición de las grandes arterias provoca que los lactantes nacidos con esta condición tengan dos de las principales arterias conectadas al lado incorrecto del corazón.
Al igual que en otros estudios, los investigadores descubrieron que los lactantes hispanos obtenían resultados menos favorables en su primer año de vida, tanto en la mortalidad como en el número de reingresos, en comparación con los lactantes blancos no hispanos con los mismos defectos cardíacos. Esta gran desigualdad entre lactantes parecía deberse en gran medida al nivel de educación de la madre y al tipo de seguro medico.
"Con los hallazgos de este artículo, comenzamos a ser conscientes de los factores no médicos que pueden influir en la evolución de los niños con cardiopatías congénitas complejas", explicó la investigadora principal Shabnam Peyvandi, M.D., profesora adjunta en la University of California en San Francisco, California.
Los investigadores estudiaron la tasa de supervivencia a un año y el número de reingresos en el primer año de vida de los lactantes, junto a variables socioeconómicas clave. Estos datos se tomaron de una muestra representativa de la población extraída de una gran base de datos mantenida por la California Office of Statewide Health Planning and Development. En esta base de datos se guardan registros de más de tres millones de nacimientos comprendidos entre 2007 y 2012.
Para este estudio se tuvieron en cuenta el nivel de educación, el nivel económico y la edad de la madre, junto con la prematuridad del lactante y su peso al nacer, así como la ubicación del hospital donde nació el bebé: rural, intermedia o urbana.
Las madres hispanas eran más jóvenes, tenían un nivel de educación más bajo, tenían mayores tasas de seguro público, la mayoría de ellas vivía en zonas urbanas y era más habitual que sus hijos naciesen en hospitales comunitarios. Los lactantes hispanos también eran pequeños para su edad gestacional en comparación con los lactantes blancos no hispanos.
Los investigadores informaron de que solo el 22% de las madres hispanas había ido más de 12 años a la escuela, mientras que la tasa de las madres blancas no hispanas era del 70%. En cuanto al seguro de salud, el 69% de las madres blancas no hispanas tenía seguro privado frente al escaso 23,5% de las madres hispanas.
Los investigadores señalan que, si bien es cierto que el tipo de seguro y el nivel de educación de la madre parecen jugar un papel muy importante en la evolución de los lactantes, otros factores socioeconómicos no considerados en el estudio, tales como los ingresos, el acceso a tratamientos y la profesión, podrían haber contribuido a aumentar esta disparidad.
Peyvandi mencionó que "en este estudio se muestran los factores socioeconómicos que pueden, en parte, explicar las disparidades entre los lactantes hispanos y los lactantes blancos con cardiopatía congénita". "El nivel de educación de las madres actúa probablemente como un indicador de otros factores socioeconómicos que pueden impedir el acceso a tratamientos y otros recursos disponibles para ciertas comunidades. El compromiso de la comunidad y el contacto con las comunidades en riesgo son los pasos iniciales que deben tomarse para identificar las barreras específicas que impiden el acceso al cuidado de la salud, con el objetivo de mejorar los resultados de todos los niños con cardiopatía congénita", concluyó Peyvandi.
Los coautores son Rebecca J. Baer. M.P.H., Anita J. Moon-Grady, M.D., Scott P. Oltman, M.S. Christina D. Chambers, Ph.D., Mary E. Norton, M.D., Satish Rajagopal, M.D., Kelli K. Ryckman, Ph.D., Laura L. Jelliffe-Pawlowski, Ph.D., y Martina A. Steurer, M.D. Los conflictos de interés de los autores están en el artículo.
Los National Institutes of Health y la California Preterm Birth Initiative financiaron el studio.