Scottsdale, Arizona - La población en envejecimiento crea una demanda constante y creciente para las cirugías de reemplazo de la rodilla. Lo más común es que la articulación de la rodilla se desgaste por osteoartritis, cuya prevalencia aumenta con la edad; aunque ahora la precisión del brazo robótico permite ayudar a una población mayor, dice el Dr. Cedric Ortiguera, cirujano ortopédico de Mayo Clinic.
“La durabilidad de los implantes solía reservar el reemplazo de la rodilla para los pacientes de más de 60 años, pero con el mejoramiento de la tecnología, los implantes ahora pueden durar toda la vida; por eso, más pacientes de 40 o 50 años se someten al reemplazo total de la rodilla a fin de mantener una calidad de vida buena y activa, en vez de esperar”.
“Hace quizás una década, en Estados Unidos se hacían 250 000 reemplazos de rodilla al año; ahora, la cantidad llega a 800 000 o 900 000 anuales”, acota el Dr. Ortiguera, añadiendo que pueden ser 3 millones para el 2030 y se espera que los reemplazos de rodilla con asistencia robótica ayuden a cubrir esa demanda, por varias ventajas.
“En potencia, la pérdida de sangre es menor, el ingreso a la rodilla es menos invasivo y la recuperación quizás es más rápida; aunque creemos que, en general, la mayor ventaja es el mejor alineamiento y la precisión de la cirugía”.
El Dr. Ortiguera dice que quienes observan el procedimiento aún pueden ver al cirujano controlar los instrumentos, tal vez hasta más que antes con la tecnología robótica. “En realidad, mantiene con más seguridad la mano sobre el dispositivo y la sierra necesaria, e incluso impide salirse de los límites”.
El médico reitera que la colocación más precisa quizás prolongue la duración del dispositivo para que así, pacientes más jóvenes puedan someterse al reemplazo necesario de la rodilla sin temor a desgastar el implante.
Después de la cirugía asistida por el brazo robótico, el Dr. Ortiguera anota que los pacientes suelen salir del hospital uno o dos días después de la cirugía asistida por el brazo robótico, usan andador o muletas por una semana y luego un bastón por otras tres o cuatro semanas de recuperación.