Rochester, Minnesota - Las prescripciones para opioides emitidas en el departamento de emergencia son de corta duración y en dosis menores a las que se recetan en otras partes, revela un nuevo estudio dirigido por Mayo Clinic. El estudio se publicó hoy en Anales de Medicina de Emergencia y demuestra que los pacientes a quienes se administra opioides en el departamento de emergencia tienen menor probabilidad de consumirlos a largo plazo.
Esto se contrapone a la percepción común de que los departamentos de emergencia son la fuente principal de las recetas médicas para opioides, dicen los investigadores.
“Muchas personas asumen cosas acerca de los opioides y una de ellas es que se los distribuye como caramelos en el departamento de emergencia. Si bien esa idea realmente discrepó con la experiencia clínica de los médicos del departamento de emergencia de Mayo Clinic, no se encontró mucha información acerca de lo que ocurre a nivel nacional”, comenta la autora principal del estudio, Dra. Molly Jeffery (doctora en investigación), directora científica en la División de Investigación sobre Medicina de Emergencia de Mayo Clinic.
A fin de estudiar 5.2 millones de prescripciones para opioides emitidas por dolor agudo o nuevo en todo Estados Unidos entre 2009 y 2015, los investigadores recurrieron a la bodega de datos de OptumLabs, base de datos despersonalizada que vincula información clínica con reclamos administrativos. Ninguno de los pacientes del estudio había recibido una prescripción para opioides en los seis meses anteriores, lo cual facilitó la comparación de las dosis porque eliminó a los pacientes que desarrollan tolerancia a los fármacos.
Los investigadores descubrieron que en los pacientes con seguro de salud comercial, las prescripciones emitidas en el departamento de emergencia tenían una probabilidad 44 por ciento menor de excederse de una provisión de tres días, comparado con las entregadas en otras partes. Esos pacientes tuvieron una probabilidad 38 por ciento menor de exceder la dosis de 50 miligramos diarios de un equivalente de la morfina, lo que corresponde a 7 pastillas diarias de 5 miligramos de oxicodona. Además, su probabilidad de avanzar al consumo duradero de opioides fue 46 por ciento menor. Las pautas para la prescripción de opioides de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) emitidas en 2016 advierten respecto a exceder la provisión de tres días de 50 miligramos diarios de un equivalente de la morfina para dolor agudo.
Los resultados fueron similares entre los pacientes con Medicare.
“Como médico de emergencia, los resultados del estudio fueron una sorpresa”, señala la autora experta del estudio, Dra. M. Fernanda Bellolio (doctora en medicina), directora de investigación en el Departamento de Medicina de Emergencia de Mayo Clinic.
Los investigadores dicen que también fue inesperado ver la cantidad de prescripciones que excedían los 5 miligramos diarios de un equivalente de la morfina. Uno de cada 5 pacientes con seguro de salud comercial que acudió a recibir atención médica en algún lugar diferente al departamento de emergencia recibió una dosis que excedía estas pautas. Las personas cuyas prescripciones excedían las recomendaciones del CDC, independientemente de dónde se las haya emitido, tuvieron una probabilidad tres veces mayor de avanzar a consumirlos de forma prolongada.
“Tanto los pacientes como los médicos deben estar conscientes del riesgo del consumo prolongado de opioides en el momento en que deciden el mejor tratamiento para el dolor agudo”, dice la Dra. Bellolio.
Los investigadores esperan que el estudio ayude a combatir aquello que el CDC denomina epidemia de opioides, al trabajar en pos de una prescripción ideal para las necesidades personales de cada paciente.
“Existe gran variabilidad en cuanto a la cantidad de opioides que se administran para dolor agudo entre las diferentes poblaciones de pacientes, dependiendo de dónde se emita la prescripción. Ante una variabilidad a gran escala, surge la duda de que algunas personas tal vez no reciban el mejor tratamiento ni el más adecuado”, añade la Dra. Jeffery.
En los últimos 15 años, la cantidad de estadounidenses a quienes se entrega una prescripción para opioides y la cantidad de muertes en las que una sobredosis está implicada básicamente se ha cuadruplicado, según el CDC. En el año 2015, más de 41 personas murieron a diario por sobredosis de opioides recetados.
Los investigadores anotan también una tendencia positiva: la proporción de prescripciones que avanza a consumo prolongado disminuyó en el período del estudio.
El equipo ahora se encuentra estudiando qué impulsa las diferencias entre las prescripciones del departamento de emergencia y de otros entornos médicos. Esperan que al arrojar luz sobre el porqué de la diferencia se reduzca la variación en las prescripciones y los proveedores de atención médica puedan determinar el mejor tratamiento para cada persona.
El Centro Robert D. y Patricia E. Kern para la Ciencia de Brindar Atención Médica de Mayo Clinic financió el estudio. El centro opera dentro de la práctica médica, recolectando datos y analizándolos, a fin de hacer mejoras amplias en la calidad y la eficacia de la atención de los pacientes de Mayo y otros lugares.
La Dra. Jeffery es investigadora de prácticas de atención médica y políticas en el Centro para la Ciencia de Brindar Atención Médica de Mayo Clinic; por su parte, la Dra. Bellolio es exalumna del Programa de Becarios en Prestación de Atención Médica.
Otros autores del trabajo son:
- Dr. Michael Hooten (doctor en medicina) de Mayo Clinic
- Dr. Erik Hess (doctor en medicina) de Mayo Clinic
- Dra. Ellen Meara (doctora en investigación) de Dartmouth College
- Dr. Joseph Ross (doctor en medicina) de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale
- Dr. Henry Henk (doctor en investigación) de OptumLabs
- Dr. Bjug Borgundvaag (doctor en medicina e investigación) del Mount Sinai Hospital en Toronto
- Dr. Nilay Shah (doctor en investigación) de Mayo Clinic