Rochester, Minnesota - Sufrir un aborto espontáneo puede ser traumático, estresante y triste. Es comprensible que usted y su marido deseen hacer todo lo posible para evitar nuevamente atravesar por lo mismo. Si bien hay algunas medidas que usted puede tomar para reducir el riesgo de otro aborto espontáneo, en la mayoría de los casos eso no tiene relación con nada que la mujer haga o haya hecho. La mayoría de los abortos espontáneos se deben a anomalías cromosómicas que ocurren sin una razón clara. Muchas mujeres que sufren un aborto espontáneo luego tienen embarazos normales y dan a luz a niños sanos.
La definición general de aborto espontáneo es perder el embarazo antes de las 20 semanas de gestación. Aunque este tema no recibe mucha atención, el aborto espontáneo tiende a ser más común de lo que la gente piensa, y los médicos calculan que hasta 25 por ciento de todos los embarazos reconocidos terminan en ello.
La mayoría de los abortos espontáneos ocurren porque el feto no se desarrolla normalmente. Los problemas con los genes o los cromosomas del bebé suelen ser el resultado de errores que ocurren por azar durante la división y crecimiento del embrión, y generalmente no son debido a un trastorno heredado, ni son fruto del comportamiento o de la salud de la madre.
Sin embargo, hay algunos factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de sufrir un aborto espontáneo y, de ellos, el más importante es la edad avanzada de la madre; pero eso no aplica en su caso, ni ahora ni en los próximos años. Las mujeres mayores de 35 años corren mayor riesgo de sufrir abortos espontáneos que las más jóvenes: a los 35 años, el riesgo de un aborto espontáneo es de alrededor de 20 por ciento; a los 40 años, el riesgo aumenta a aproximadamente 40 por ciento, y a los 45 años es de alrededor de 80 por ciento.
Otro factor de riesgo que tampoco parece encajar en su situación es padecer alguna enfermedad. Los trastornos que pueden aumentar el riesgo de sufrir un aborto espontáneo son, entre otros, diabetes descontrolada, presión arterial alta, enfermedades tiroideas, infecciones, problemas hormonales y problemas con el útero o el cuello del útero.
En cuanto a las preferencias en el estilo de vida que usted puede controlar, es importante que no fume, no beba alcohol ni consuma drogas ilícitas mientras esté embarazada. Esas actividades no solamente aumentan el riesgo de sufrir un aborto espontáneo, sino que ponen en peligro la salud del bebé durante todo el embarazo. Si usted se administra medicamentos recetados, consulte al médico si es seguro continuar con ellos durante el embarazo.
Mantenerse con un peso sano, antes de embarazarse y durante todo el embarazo, también puede ayudar a garantizar la salud del bebé. Parece que tener peso bajo o exceso de peso se vincula con mayor riesgo de sufrir un aborto espontáneo, así como con otros problemas médicos durante el embarazo. Por ejemplo, las mujeres que son muy gordas tienen más probabilidad de desarrollar diabetes gestacional.
Ninguna de las siguientes actividades provoca un aborto espontáneo: levantar, pujar, mantener relaciones sexuales ni hacer ejercicio.
Si tiene alguna pregunta o duda acerca de embarazarse nuevamente, hable con su proveedor de atención médica. Ese profesional puede revisar su historial de salud y sus antecedentes familiares, así como hablarle respecto a los factores de riesgo y sobre cualquier cuidado previo a la concepción que pudiese ser útil.
A medida que avance, por favor tenga presente que en la mayoría de los casos, los abortos espontáneos están fuera del control de la madre. Usted no tiene que hacer nada diferente cuando se embarace de nuevo, a menos que se le descubra una enfermedad subyacente que amerite cuidados especiales, tan solo acuda regularmente a las consultas prenatales y concéntrese en cuidar de usted y del bebé.
Dra. Yvonne Butler Tobah, Obstetricia y Ginecología de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota.