Rochester, Minnesota - En un trabajo publicado recientemente en la revista eLife, los científicos de Mayo Clinic avanzan un paso en la traducción de la función de la proteína BubR1 a una posible terapia contra el cáncer.
“Yo mantengo que nadie desea ni envejecer ni deteriorarse lentamente, ¿verdad?”; pero cuando uno tiene un cáncer mortal, entonces, envejecer ya no es preocupante”, dice el Dr. Jan van Deursen, doctor en investigación y científico de Mayo Clinic.
“El cáncer realmente se convierte en la máxima prioridad”, añade Robbyn Weaver, estudiante de la Escuela de Posgrado de Mayo en el laboratorio del Dr. van Deursen y primera autora del trabajo.
El trabajo anterior del laboratorio del Dr. van Deursen y de otros empleó el modelo animal de la BubR1 para investigar el envejecimiento. Este trabajo, en cambio, examina cómo la BubR1 fortalece los puntos de control de calidad dentro de las células para garantizar su división adecuada.
“Todas las células cancerosas presentan el fenómeno de tener una cantidad anómala de cromosomas; por ello, lo que realmente deseábamos hacer en este trabajo era descubrir cómo evita la BubR1 que las células obtengan una cantidad anormal”, explica el Dr. van Deursen.
En general, la proteína BubR1 funciona durante la mitosis, proceso que permite a las células dividirse en copias idénticas. La BubR1 envía señales que retrasan la división celular hasta que todos los cromosomas se fijen correctamente a las estructuras celulares que los separarán. Los autores examinaron diferentes mutaciones de la BubR1 para determinar la manera como los cambios en cada componente de la proteína afectan esta función normal. “Deseábamos correlacionar lo que sabemos acerca de las funciones normales de la BubR1 en las células con la protección contra el cáncer en los ratones”, comenta Weaver. “Así, al embarcarnos, usamos células para empezar a ver cosas, tales como cuán bien previenen los diferentes mutantes la ocurrencia de errores”, añade.
Los autores informan que, de las proteínas mutantes probadas, dos fueron capaces de prevenir el cáncer en los ratones modelo: los niveles elevados de toda la proteína y los niveles altos de la proteína que carecían de un dominio interno de unión al Cdc20, ligando activador del complejo promotor de la anafase que permite a la mitosis proseguir hacia la siguiente etapa del ciclo celular.
Los niveles elevados, pese a ser artificiales, también señalan la singularidad de la BubR1 porque es la única proteína mitótica conocida que puede sobreexpresarse sin causar problemas con la división celular. El Dr. van Deursen explica que, si bien esto no ocurriría en la vida de una persona normal, “es fascinante, porque si se sabe cómo lo hace la BubR1, se lo puede explotar para fines terapéuticos. Desde la perspectiva del cáncer, en la que virtualmente nada contrarresta este proceso de segregación cromosómica anómalo, creo que vale la pena estudiarlo un poco más”.
Con el control del movimiento de la información genética, las células cancerosas pueden, en teoría, perder una gran manera de desarrollar resistencia a las terapias contra el cáncer. Con este trabajo, Weaver y los demás coautores inician el proceso de entender cómo funcionan los componentes de la proteína BubR1 para ver si alguno en particular puede ser manipulado más fácilmente en una terapia contra el cancer.