Rochester, Minnesota - Los científicos de Mayo Clinic informaron acerca de una vinculación causal en los ratones entre la osteoartritis y las células senescentes, aquellas que se acumulan con la edad y contribuyen a la fragilidad y las enfermedades. Los resultados se publican por internet en The Journals of Gerontology, Series A: Biological Sciences and Medical Sciences (Diarios de Gerontología, serie A: Ciencias biológicas y ciencias médicas).
La osteoartritis es el principal tipo de artritis en los ancianos y causa dolor, discapacidad e inmovilidad. Esta enfermedad afectó a 30,8 millones de adultos entre los años de 2008 a 2011, según informan los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades. Las únicas terapias actualmente disponibles son los tratamientos enfocados en controlar el dolor, la cirugía para reemplazar la articulación y las ayudas para la movilidad como bastones, soportes ortopédicos y andadores.
“La osteoartritis ya fue relacionada anteriormente con la acumulación de células senescentes en o cerca de las articulaciones, pero esta es la primera vez que se aportan pruebas de esta vinculación causal”, comenta el Dr. James Kirkland, médico y philosophae doctor que dirige el Centro Robert y Arlene Kogod para el Envejecimiento. “Además de eso, desarrollamos un nuevo modelo para trasplantar a las células senescentes que permite probar si despejarlas alivia o retrasa la osteoartritis”, añade.
Bajo este nuevo modelo, los científicos inyectaron pequeñas cantidades de células senescentes y no senescentes, procedentes del cartílago auricular, en la zona de la articulación de la rodilla de los ratones. Después de seguir a las células inyectadas en los ratones durante más de 10 días, a través de la bioluminescencia y de la tomografía por emisión de positrones con fluorodeoxiglucosa, los científicos descubrieron que la inyección de las células senescentes en la zona de la rodilla produjo dolor en la pierna, alteración de la movilidad y algunas características de osteoartritis como daños al cartílago circundante, cambios radiográficos, más dolor y alteración de la funcionalidad.
“Creemos que apuntar contra las células senescentes puede ser una forma prometedora de prevenir o aliviar la osteoartritis relacionada con la edad. Si bien queda más trabajo por hacer, estos resultados representan un paso fundamental en pos de la meta”, dice el Dr. Kirkland.
El estudio se financió gracias a los subsidios R01 AG013925, R21 AG047984, K01AR065397, R01AR068103 y MRM2015 6272 de los Institutos Nacionales de Salud, a la Fundación para la Investigación y Educación en Ortopedia en colaboración con el Instituto Médico Howard Hughes, al Grupo Connor y a la Fundación Noaber.
Otros miembros del equipo investigativo son: el Dr. Ming Xu (philosophae doctor), la Dra. Elizabeth Bradley (médico), la Dra. Megan Weivoda (philosophae doctor), Soyun Hwang, la Dra. Tamar Pirtskhalava (philosophae doctor), Teresa Decklever, Geoffry Curran, Mikolaj Ogradnik, Kurt Johnson, el Dr. Val Lowe, la Dra. Tamar Tchkonia (philosophae doctor), y la Dra. Jennifer Westendorf (philosophae doctor), todos pertenecientes a Mayo Clinic, además de Diana Jurk de la Universidad de Newcastle.
Mayo Clinic y los doctores Kirkland, Tchkonia y Pirtskhalava mantienen un interés económico relacionado con esta investigación.