Rochester, Minnesota - La necesidad de la cirugía para reemplazo de la válvula aórtica debido a estenosis aórtica depende de la gravedad de la afección. La estenosis aórtica leve a moderada normalmente no requiere cirugía. No obstante, la cirugía es necesaria en caso de estenosis aórtica grave. Si se la deja sin tratamiento, la estenosis aórtica grave puede derivar en insuficiencia cardíaca.
La válvula aórtica se ubica entre la cámara inferior izquierda del corazón, o sea el ventrículo izquierdo, y la arteria principal que sale del corazón, o sea la aorta. La válvula está compuesta por tres tapas de tejido, llamadas hojuelas, que se abren cuando la sangre presiona sobre ellas. Una vez que la sangre pasa por la válvula, las hojuelas se cierran para impedir que la sangre refluya al corazón.
La estenosis aórtica ocurre cuando se estrecha la abertura de la válvula aórtica. Las válvulas afectadas por estenosis restringen el flujo sanguíneo. El corazón tiene que trabajar más fuerte para impulsar la sangre a través de la válvula estrecha de lo que tendría que hacer si la abertura de la válvula fuese normal. La estenosis aórtica puede presentarse cuando alguien nace con una válvula aórtica que tiene solamente dos hojuelas, en vez de tres; sin embargo, lo más común es que la afección se desarrolle como resultado del envejecimiento.
La estenosis aórtica tiende a empeorar con el tiempo. Cuando recién aparece, la estenosis aórtica leve normalmente no presenta síntomas; pero a medida que la afección avanza, la necesidad de que el corazón trabaje más para bombear sangre a través de la válvula estrecha puede ocasionar síntomas, tales como cansancio, falta de aire, dolor del pecho, mareo o desmayo. No obstante, estos síntomas pueden ser sutiles en algunos casos y hasta pasar desapercibidos.
La insuficiencia cardíaca puede presentarse antes de que los síntomas se desarrollen o se vuelvan obvios. Por ello, cuando la estenosis aórtica es grave, normalmente se recomienda la cirugía para reemplazar la válvula aórtica aunque no hayan síntomas aparentes. El médico puede determinar la gravedad de su afección con un examen llamado ecocardiograma, que consiste en una ecografía del corazón.
El único tratamiento eficaz para la estenosis es el reemplazo de la válvula aórtica porque alivia la obstrucción del flujo sanguíneo a través del corazón, mejora los síntomas, ayuda al músculo cardíaco a funcionar mejor y permite vivir más largo. En ese procedimiento, el cirujano extrae la válvula aórtica estrechada y la reemplaza con una válvula mecánica o una válvula tisular.
El reemplazo de la válvula generalmente se realiza mediante cirugía de corazón abierto, aunque hay otro método menos invasivo que se conoce como reemplazo transcatéter de la válvula aórtica (TAVR, por sus siglas en inglés). En este último procedimiento, los médicos introducen un catéter dentro de una arteria de la pierna o por una pequeña incisión en el pecho. Luego guían el catéter hasta el corazón y dentro de la válvula aórtica. El catéter lleva en la punta un globo con una válvula doblada alrededor de él que después se infla. Eso obliga a abrirse a la válvula aórtica, estira su abertura y despliega la válvula doblada dentro de la válvula aórtica. Después, los médicos pueden desinflar el globo y retirar el catéter. En algunos casos, se puede introducir una válvula que se despliega sola dentro de la válvula aórtica, sin usar un globo.
Si usted padece de grave estenosis aórtica, pero no presenta ningún síntoma ni pruebas de insuficiencia cardíaca, es posible que la cirugía para reemplazar la válvula pueda retrasarse. No obstante, de ser ese el caso, usted requiere estrecha supervisión y seguimiento de parte de su médico. Toda persona con estenosis aórtica grave termina necesitando la cirugía para reemplazar la válvula en algún momento.
Dr. Vuyisile Nkomo, Enfermedades Cardiovasculares de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota.