Rochester, Minnesota - La amplia mayoría de personas con prolapso de la válvula mitral no requiere cirugía, aunque hay quienes terminan necesitándola. A fin de controlar su afección, usted debe acudir regularmente a citas de seguimiento médico, además de realizarse exámenes por imágenes de la válvula mitral. La frecuencia con que necesite esos exámenes depende de la gravedad de su afección. Ahora ya no se recomienda administrar antibióticos antes de un trabajo dental a las personas con prolapso de la válvula mitral.
La válvula mitral se ubica entre una cámara superior y otra inferior del corazón: la aurícula izquierda y el ventrículo izquierdo. La válvula se compone de dos tapas de tejido con forma triangular llamadas hojuelas. El prolapso de la válvula mitral ocurre cuando las hojuelas no cierran bien durante los latidos cardíacos. En el prolapso de la válvula mitral, las hojuelas protruyen o sufren un prolapso hacia la cámara superior (aurícula izquierda) a medida que el corazón se contrae.
El prolapso y la regurgitación de la válvula mitral pueden ser producto de la rotura de las cuerdas tendinosas
Muchas personas ni siquiera saben que tienen prolapso de la válvula mitral porque no suele causar ningún síntoma y, por lo general, lo descubren en un examen que se realiza por otra razón. En algunos casos, en cambio, el prolapso de la válvula mitral puede provocar un reflujo de la sangre hacia la aurícula izquierda, afección conocida como regurgitación de la válvula mitral. Si bien esto no siempre deriva en síntomas, la regurgitación de la válvula mitral puede desencadenar síntomas como taquicardia o latidos irregulares, mareo, aturdimiento, falta de aire, cansancio o dolor del pecho.
Si usted tiene un prolapso de la válvula mitral sin regurgitación de la válvula mitral, o si esta última es leve, lo habitual es que no necesite tratamiento. El médico posiblemente le sugiera realizarse exámenes de seguimiento con regularidad para controlar la afección. Muchas personas con prolapso de la válvula mitral se realizan esos exámenes una vez al año.
Muy posiblemente, cada cierto tiempo también se le hará un examen con ultrasonido del corazón, llamado ecocardiograma. Los ecocardiogramas emplean ondas de sonido de alta frecuencia para producir imágenes del corazón, de sus estructuras, incluida la válvula mitral, y de la circulación sanguínea por el corazón. La frecuencia con la que necesite un ecocardiograma dependerá de la gravedad de su afección y puede variar desde cada 5 años para casos leves, hasta cada 6 meses en casos graves.
El prolapso de la válvula mitral no empeora ni ocasiona otros problemas. No obstante, si con el transcurso del tiempo usted desarrollara grave regurgitación de la válvula mitral, entonces podría requerir una cirugía. Si se deja sin tratamiento la regurgitación grave de la válvula mitral, esta puede terminar por ocasionar insuficiencia cardíaca, afección que impide al corazón bombear bien la sangre.
La cirugía para el prolapso de la válvula mitral implica reparar o reemplazar la válvula. En muchas personas, la cirugía de reparación que conserva la propia válvula es capaz de corregir bien el prolapso y la regurgitación. Cuando no es posible reparar la válvula, entonces se reemplaza la válvula dañada con otra artificial, que puede ser mecánica o fabricada con tejido animal.
Su segunda pregunta acerca de los antibióticos es muy buena. Los médicos solían recomendar que las personas con prolapso de la válvula mitral tomaran antibióticos antes de ciertos procedimientos dentales o médicos para evitar una infección en el revestimiento interno del corazón, conocida como endocarditis. Ese ya no es el caso. Según la Asociación Americana del Corazón, los antibióticos ya no son necesarios para las personas con regurgitación de la válvula mitral ni prolapso de la válvula mitral.
Consulte con su médico, si todavía no lo ha hecho, respecto a la frecuencia con la que usted necesita citas de seguimiento para el prolapso de la válvula mitral. Si en algún momento usted empezara a desarrollar síntomas que pudiesen relacionarse con el prolapso, haga cuanto antes una cita para ver al médico.
Dr. Sorin Pislaru, Enfermedades Cardiovasculares de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota.