Rochester, Minnesota - Los hígados trasplantados cambian el perfil de las células sanguíneas en los receptores y eso reduce la posibilidad de rechazar el órgano, revela el estudio de Mayo Clinic. Los resultados se publican en Kidney International.

Durante décadas, los expertos en trasplante han observado que los receptores de trasplantes de hígado a menudo necesitan menos cantidad de los medicamentos contra rechazo, conocidos como fármacos inmunosupresores, que los receptores de otros órganos sólidos. De igual manera, cuando los pacientes se someten a un trasplante múltiple de órganos, que incluye al hígado y a otro órgano, necesitan menos medicamentos inmunosupresores y tienen menor incidencia de rechazo, pese a ser altamente sensibles a las sustancias problemáticas de los donantes llamadas antígenos.

El estudio de Mayo Clinic explica por qué.

“El presente estudio revela que el trasplante de hígado en sí mismo regula las respuestas inmunitarias del huésped. Comparado frente a otros órganos, el hígado es un órgano muy activo desde el punto de vista inmunológico, porque es capaz de regular la respuesta inmunitaria en su contra, dice el autor principal del trabajo, Dr. Timucin Taner, cirujano de trasplantes en Mayo Clinic.

El estudio descubrió que cuando los pacientes se someten al trasplante doble, el hígado tiene un efecto protector sobre el riñón.

Los investigadores compararon las muestras de sangre de los órganos de los receptores un año después del trasplante renal, del trasplante hepático y del trasplante doble de riñón e hígado. Descubrieron que los pacientes que recibieron un hígado y un riñón al mismo tiempo, o solamente un hígado, tenían menos cantidad de aquellas células que entran en funcionamiento para defender al cuerpo contra el invasor y se conocen como células eliminadoras o células T. Aunque las células T de los receptores de un trasplante de hígado reaccionaron débilmente frente a las células del donante, la reacción ante otros antígenos no cambió.

La investigación ayuda a abrir el camino para continuar estudiando las propiedades únicas de los hígados trasplantados. La esperanza es que algún día, los investigadores puedan descubrir cómo regula el hígado a la respuesta inmunitaria para imitarlo y ayudar a que los pacientes sometidos a otros tipos de trasplante necesiten menos fármacos contra rechazo.

Los fármacos para inmunosupresión son un aspecto difícil, aunque necesario, del cuidado posterior al trasplante. Sin ellos, el trasplante posiblemente fracasaría porque el cuerpo casi de inmediato rechazaría al órgano donado; pero la inmunosupresión misma aumenta el riesgo de infecciones, cáncer y otros problemas. Las futuras terapias quizás brinden maneras de dirigir la protección inmunitaria hacia el órgano donado y de minimizar los riesgos de la inmunosupresión en los pacientes.

Con sedes en Arizona, Florida y Minnesota, Mayo Clinic es uno de los mayores centros integrados de trasplante en Estados Unidos.

El mes de abril es el mes nacional para donar vida. Casi 115 000 personas esperan un trasplante de órgano en Estados Unidos, y Mayo Clinic tiene más de 3000 pacientes en la lista de espera para un trasplante de órgano. Cada 10 minutos se añade otro nombre a la lista nacional de espera y un promedio de 22 personas muere a diario en Estados Unidos mientras espera un trasplante que no llega a ocurrir debido a la escasez de órganos donados.