Jacksonville, Florida - En los últimos años, se ha utilizado dispositivos extracorpóreos para evaluar los pulmones donados por seres humanos para trasplante de órgano, antes de trasplantarlos. En el futuro, el restablecimiento pulmonar podría servir para tratar a los pulmones donados y hacerlos más sanos, a fin de que sean viables para un trasplante. Aunque algunos centros ya han estado utilizando estos dispositivos para aprovechar al máximo los pulmones donados, la comunidad de trasplantes todavía espera la autorización de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos para poner esta tecnología a disposición de los estadounidenses sin restricciones.
El trasplante de pulmón puede ser un procedimiento salvador para quienes padecen enfermedades pulmonares graves, como hipertensión pulmonar, enfisema, fibrosis pulmonar, bronquiectasia o fibrosis quística. No obstante, la cantidad de pulmones disponible para trasplantes es constantemente escasa para la cantidad de gente que espera un trasplante de pulmón.
Además de la escasez de donantes, en muchos casos, los pulmones de quienes ofrecen ser donantes de órganos no son aptos para trasplante. Las estadísticas revelan que se consideran aptos para trasplante a alrededor de 80 por ciento de los pulmones disponibles para el efecto. Eso significa que actualmente solo se trasplanta alrededor de 20 por ciento de los pulmones.
A fin de combatir el problema, en la última década, los científicos han estado investigando el potencial del restablecimiento del pulmón. El medio parece mostrarse esperanzador en los estudios, en cuanto a permitir a los proveedores de atención médica evaluar mejor la salud de los pulmones donados y quizás mejorar la función de algunos de ellos hasta el punto de convertirlos en aptos para trasplante.
Es fundamental evaluar mejor a los pulmones donados porque, en algunos casos, es difícil determinar si los pulmones están lo suficientemente sanos para un trasplante. En esas situaciones marginales, posiblemente no se usen los pulmones para un trasplante.
Sin embargo, el restablecimiento pulmonar permite extirpar los pulmones de un donante fallecido, conservarlos y conectarlos a un respirador extracorpóreo. Luego, se hace circular sangre o un sustituto sanguíneo a través de los pulmones y se prueba tanto la circulación como la presión en las vías respiratorias para ver si sirven para un trasplante. Además, se puede obtener muestras de esos pulmones y hacer broncoscopias y radiografías para evaluar todavía más su función.
Los investigadores analizan cómo llevar este proceso un paso más allá en el futuro para tratar a los pulmones donados y hacerlos más sanos. Por ejemplo, en los casos en que los pulmones se inundan de líquido (afección conocida como edema pulmonar) después del fallecimiento de alguien, es posible extraer el exceso de líquido del tejido pulmonar una vez extirpados los pulmones del donante. Eso mejoraría la función de los pulmones y los convertiría en aptos para un trasplante. Asimismo, es posible tratar a los pulmones donados en estado marginal para revertir la lesión pulmonar y, de esa manera, convertirlos en clínicamente viables para un trasplante.
A medida que la tecnología del restablecimiento pulmonar avanza, la esperanza es que aumente considerablemente la cantidad de pulmones disponible para trasplante. No obstante, siempre habrá gran necesidad de donantes de órganos; así que si todavía no lo ha hecho, piense en serlo. Convertirse en donante de órganos es una decisión generosa y provechosa que puede salvar vidas.
Dr. David Erasmus, Programa de Trasplante Pulmonar de Mayo Clinic en Jacksonville, Florida.