Washington, DC - Como representantes de la comunidad internacional que valoran la libertad fundamental de religión y credo y procuran protegerla, nos oponemos enérgicamente a las graves violaciones y abusos de la libertad religiosa por parte del Gobierno de Irán.

La blasfemia y la apostasía del Islam, así como la conversión de los musulmanes, son delitos castigados con la pena de muerte en Irán. Numerosos ciudadanos iraníes permanecen encerrados indefinidamente en cárceles como la Gran Prisión de Teherán y la Prisión de Evin, por el mero hecho de haber ejercido su libertad fundamental de venerar, observar, practicar o enseñar su fe.

Las minorías religiosas no reconocidas, como los conversos al bahaísmo y el cristianismo, son particularmente vulnerables a discriminación, persecución y encarcelamiento injusto. El Gobierno iraní apela habitualmente a una retórica contra el bahaísmo, cierra negocios de personas bahaíes y niega a estas el acceso a la educación. Decenas de bahaíes permanecen detenidos en Irán por falsos cargos. Es habitual que las fuerzas de seguridad requisen iglesias en viviendas e interroguen a congregantes. El juez Mashallah Ahmadzadeh y otros magistrados de los tribunales de la revolución han dictado severas penas de prisión contra miembros de minorías religiosas, incluidos los pastores cristianos Youcef Nadarkhani y Victor Bet-Tamraz, por cargos arbitrarios relacionados con el ejercicio pacífico de actividades religiosas. El año pasado, el Gobierno iraní condenó a más de 200 miembros de la comunidad sufí Gonabadi a largas penas de prisión y otros severos castigos luego de que las fuerzas de seguridad reprimieran a integrantes de esta comunidad que se manifestaban pacíficamente contra la detención de uno de sus miembros.

Instamos al Gobierno iraní a liberar a todos los presos de conciencia y a desistir de todos los cargos que sean incompatibles con el derecho humano universal de libertad religiosa. Exhortamos a Irán a asegurar las garantías de juicio justo, en consonancia con sus obligaciones de derechos humanos, y a brindar a todos los detenidos acceso a la atención médica. Acompañamos a todos los iraníes de todos los credos, y esperamos que pronto sean libres para observar su conciencia en paz.

Cosignatarios: Ucrania, Kosovo, Islas Marshall, Emiratos Árabes Unidos y Estados Unidos de América.