Phoenix, Arizona - ¿Cómo determinan los profesionales médicos si un paciente presenta una complicación postoperatoria? Un equipo de médicos e investigadores de Mayo Clinic publicó los resultados de un estudio de tres años que examinó los mecanismos para la medición e informe de las complicaciones postoperatorias por infección. El estudio analizó los ingresos de los pacientes entre 2012 y 2014 a los cuatro hospitales docentes de las sedes de Mayo Clinic en Arizona, Florida y Minnesota. Los resultados se publicaron electrónicamente en Anales de Cirugía.

En su análisis, el equipo investigativo examinó cuatro complicaciones postoperatorias comunes: neumonía, sepsis, infecciones en el lugar de la cirugía e infecciones de las vías urinarias. El objetivo del estudio era comparar y contrastar las diferentes formas de determinar si se había o no suscitado alguna de estas complicaciones.

Los hospitales y los proveedores de atención médica recaban datos administrativos para fines financieros. Como parte de esos datos, se informa sobre las complicaciones que pueden ocurrir en el contexto postoperatorio y que afectan a los reembolsos del hospital. Esos datos son ampliamente usados para valorar la calidad de la atención médica, sobre todo por los centros que ofrecen servicios de Medicare y Medicaid. A pesar de su amplia disposición, generalmente se critica la exactitud de estos datos debido a que carecen de normas claras.

Por otro lado, según el Dr. David Etzioni, médico que se desempeña como director de la División de Cirugía Colorrectal en Mayo Clinic de Arizona, los datos de los registros son recabados por personal capacitado que aplica criterios clínicos estrictamente definidos y si bien se considera que este tipo de datos es más exacto y constante, su proceso de recolección e informe es costoso. El Dr. Etzioni también anota que el Programa Nacional para Mejorar la Calidad Quirúrgica es la fuente más comúnmente citada de datos postoperatorios de los registros.

“Estos dos sistemas brindan valoraciones muy diferentes acerca de las complicaciones postoperatorias, hasta en el mismo paciente”, explica el Dr. Etzioni, autor principal del estudio, quien junto con su grupo de investigadores examinó las situaciones en las que estos dos datos discrepaban. “Cada una de las complicaciones discordes fue examinada por dos revisores independientes, de los que al menos uno era un cirujano en ejercicio de la profesión”, añade el médico.

“Lo que descubrimos fue que ambos tipos de bases de datos brindan respuestas muy diferentes respecto a si hubo o no una complicación, incluso cuando analizan al mismo paciente. Las tasas de complicaciones vistas en estas dos bases de datos pueden variar enormemente, hasta cinco veces”, señala el Dr. Etzioni.

No obstante, lo más importante para el Dr. Etzioni es por qué ambos métodos difieren tanto: “Al valorar si hubo una complicación, es tentador pensar que los datos de los registros están correctos y que los datos administrativos están equivocados, pero las razones más importantes para las diferencias entre ambas medidas es que emplean métodos distintos y criterios diferentes”.

La duda planteada por el estudio es “¿cómo se deben valorar los resultados postoperatorios? Las ramificaciones de este estudio son muy amplias debido a la repercusión que esta pregunta tiene sobre todos los aspectos de las políticas de salud concernientes al cuidado quirúrgico”, concluye el Dr. Etzioni.