Rochester, Minnesota - Uso un parche transdérmico de estrógenos desde hace 2 años, cuando me sometí a una histerectomía a la edad de 38 años. Como parte del procedimiento, también me extirparon los ovarios. ¿Con cuánta frecuencia hay que analizar mi nivel de estrógeno y durante cuánto tiempo debo continuar con el reemplazo hormonal.

RESPUESTA:

A toda mujer en su situación, normalmente se le recomienda la terapia de reemplazo hormonal con estrógeno hasta alcanzar la edad natural de la menopausia, que suele ser alrededor de los 51 años, siempre y cuando no exista ninguna razón médica que impida recurrir al estrógeno. Eso permite, sobre todo, reducir el riesgo de problemas de salud a largo plazo por la extirpación de los ovarios. A fin de garantizar que la dosis sea la correcta, vale la pena revisar el nivel de estrógeno por lo menos una vez al año, así como entre 8 y 12 semanas después de implementar cualquier cambio.

La histerectomía consiste en la extirpación quirúrgica del útero. Según ocurrió en su caso, el procedimiento generalmente se combina con la extirpación de los ovarios, cirugía conocida como ooforectomía. Cuando la cirugía implica la extirpación de ambos ovarios, se llama ooforectomía bilateral; en cambio, cuando se extirpa un solo ovario, se llama ooforectomía unilateral. Debido a que los ovarios producen las hormonas principales que se encargan de los ciclos menstruales femeninos, su extirpación deriva en menopausia.

La extirpación de ambos ovarios antes de que la mujer atraviese normalmente por la menopausia aumenta el riesgo para varios problemas de salud a largo plazo, tales como cardiopatía, disfunción cognitiva, demencia, trastornos del estado de ánimo, disminución en la densidad ósea y muerte prematura. Cuanto más joven es la mujer en el momento de la ooforectomía bilateral, mayor es el riesgo.

Debido a estos riesgos, la ooforectomía bilateral es ahora menos común de lo que era anteriormente. No obstante, el procedimiento puede ser inevitable en algunos casos, especialmente cuando la cirugía se requiere por algún cáncer de tipo ginecológico o hay alto riesgo de cáncer de ovario, como ocurre en las mujeres con la mutación del gen BRCA.

La terapia de reemplazo hormonal con estrógeno puede proteger contra los riesgos de salud derivados de la ooforectomía bilateral. Además, puede aliviar ciertos síntomas de la menopausia, como sofocos, sudores nocturnos y sequedad vaginal. La terapia de reemplazo hormonal con estrógeno hoy en día se administra, como mínimo, hasta que la mujer llegue a la edad natural de la menopausia, a menos que exista una razón para no hacerlo. Por ejemplo, en las mujeres con cáncer de mama, la terapia de reemplazo hormonal con estrógeno posiblemente no sea lo adecuado.

De manera general, a las mujeres que aún no llegan a la menopausia y se someten a una ooforectomía bilateral se les receta una dosis de estrógeno casi 2 o 3 veces mayor de la que se utiliza para controlar los síntomas de menopausia en las mujeres que la viven de forma natural.  Generalmente, esa dosis permite alcanzar niveles de estrógeno comparables a los de las mujeres aún no menopáusicas.

Igual que en su caso, una forma común de administrar la terapia de reemplazo hormonal con estrógeno es a través de un parche colocado en la piel, conocido como parche transdérmico de estradiol. El reemplazo hormonal con estrógeno también puede administrarse en forma de pastilla. El parche transdérmico de estradiol administra 100 microgramos diarios del medicamento y el estradiol oral provee 2 miligramos diarios, lo cual suele llevar a un nivel promedio de estradiol de 100 picogramos por mililitro.

La práctica estándar de las mujeres que reciben terapia de reemplazo hormonal no incluye revisar los niveles de estradiol, sino que la dosis generalmente se ajusta según lo necesario para controlar bien los síntomas de la menopausia. Sin embargo, en las mujeres jóvenes como usted, es bueno revisar todos los años los niveles de estradiol, así como después de hacer cualquier cambio para garantizar que el nivel se encuentre alrededor del objetivo deseado de 100 picogramos por mililitro.

Dra. Ekta Kapoor, Clínica para Salud Femenina de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota.